El oro está siendo, como ya es natural, el valor refugio en estos tiempos de crisis. Al igual que la deuda pública, los inversores prefieren dar su dinero a valores con una cierta rentabilidad segura en vez de comenzar a invertir en la actividad económica propiamente dicha, pues su evolución sigue siendo demasiado caótica.
El problema es que se oyen algunas voces (a mi entender, aun sin razón), de que se podría estar creando otra burbuja en la cotización del oro.
En cierto modo, estoy seguro de que ahora todos vamos a estar buscando la próxima burbuja, y viendo espejismos diarios en cualquier parte. Las renovables serán otra burbuja. Las materias primas…
El problema de las burbujas es que la ente se crea que cierto valor no puede bajar, es decir, es seguro invertir en el, siendo falso, que los factores externos exploten por las fricciones de una desigualdad fuera de los fundamentos económicos y un efecto de caída que afecte en cierta manera a la sociedad. Subidas y bajadas las hay todos los días, y no hay que confundirlas.
El oro es un valor seguro si, el problema es, ¿para qué? Como vemos hasta 2008 ha tenido un crecimiento bastante lineal, basado en un simple valor refugio, alejado de las volatilidades a medio plazo de otro valores. Pero en estos últimos años vemos un crecimiento más exponencial, lo cual podría incidir en el carácter hipotético de valor como obtención de valor.
Es decir, la primera premisa sólo se cumple a medias.
Con un crecimiento tan lento es difícil pensar que el valor se haya alejado mucho de la nada. Hasta el pan sube año a año debido a la inflación.
En tercer lugar, poca gente tiene oro en su casa como valor refugio, no es algo que afecte tanto a las personas.
De todas formas, hay que seguir de cerca la cotización del metal porque si el crecimiento se sigue acelerando puede dar problemas a la larga. Si bien, hasta ahora, es un simple reflejo de que la gente, o el dinero, en crisis, se cobija donde puede. Y que ahorro es igual a inversión. Pero toda inversión no es igual a producción.
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