lunes, 13 de septiembre de 2010

La empresa en régimen democrático.



Uno tiene un concepto de la empresa tan metido en la cabeza que a veces le es difícil pensar en otro, sin embargo, hay algo que siempre me ha resultado paradójico.

A pesar de que casi todo el mundo entendemos la dictadura como el peor sistema político posible, y la democracia, si bien no es perfecta, como el mejor de los sistemas posibles, las empresas se mantienen en regímenes basados en la estratificación jerárquica, muy parecido a lo que, en última instancia, sería una dictadura.

Es el hecho de ver mal a una dictadura, pero completamente normal el sistema empresarial actual, lo que me parece gracioso, y no el simple sistema. Obviamente tiene sus beneficios, en concreto que la gente más capacitada debe estar en los puestos altos tomando las decisiones, pero, ¿es esto realmente lo que está ocurriendo? Y, ¿No podríamos hacer algo distinto.

Hemos basado nuestros puestos intermedios en gente con masters sobre liderazgo y técnicas de ventas, en una titulitis desenfrenada, mientras los verdaderos jefazos eran gente normal y corriente, muchas veces llegados hasta allí por suerte, iniciativa, contactos, etc, pero no por una titulación. Otro resultado paradójico.

De vez en cuando salen noticias de pequeñas empresas de estilo más democrático, en donde las decisiones se toman en conjunto, donde los trabajadores obtienen su parte del beneficio de la empresa (y no sólo un reducido número de acciones para hacer la gracia). Obviamente están más motivados porque le dan valor a su trabajo ya que no sólo es llegar a un edificio a “hacer algo”, sino llegar para “crear o mover algo”, de forma colectiva, a través de su empresa.

En parte, se reduce la alienación del trabajador (famosa desde Marx), y digo yo, ¿no sería bueno que esto se generalizara?

No se trata de que todos influyan desde cero en una decisión, pues los entendidos en el tema no tardarían nada en explicar los pros y los contras a los trabajadores, pues toda decisión implica una diversidad de consecuencias. La ciencia económica no es algo completamente imposible de explicar ni a los más profanos.

En cambio, lo que hacemos es mantener una estratificación empresarial que, a su vez, mantiene el sistema económico necesario para que unos puedan decidir aquello que les reporta más beneficios utilizando a los trabajadores como meros factores productivos de los que disponer.

No digo que esto deba imponerse, pero creo que no sería muy perjudicial para el sistema si el gobierno beneficiara fiscalmente a empresas que se declararan con un sistema similar. No haría que las empresas cambiaran, pero si a que muchas de las nuevas decidieran o pensaran en una nueva forma de hacer negocios.

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