sábado, 10 de septiembre de 2011

¿Cómo crecer a largo plazo? Los sectores del futuro.

A parte del devenir económico de los ciclos alcistas y recesivos que copan los titulares de los periódicos día tras día, los países deberían preocuparse también por el crecimiento a largo plazo.


Decíamos al comenzar la crisis, como una busqueda de poetización y optimismo entre tanta niebla, que en japonés, crisis (危機) contiene tanto la palabra peligro (危) como oportunidad (機), y creo que es ahora cuando el gobierno debería centrarse, a la hora de intentar reactivar la economía, en hacerlo poniéndole el ojo en los factores que mejor articulan el crecimiento a largo plazo.


Como siempre, la moneda que conforma la base de este crecimiento tiene dos caras, la demanda y la oferta. Comencemos por la oferta.


La producción como tal proviene, básicamente, de tres factores. El total de trabajadores, el capital (tecnología) y la productividad de ambos. Si tomamos no solo el crecimiento absoluto, si no el per cápita, podemos olvidarnos del número de trabajadores (estamos en el largo plazo, aquí no hablamos de tasas de paro, quizás más adelante). Así que lo más importante para articular bien el crecimiento es que se incremente el capital, la tecnología y la productividad de los trabajadores. Vamos a dejar que la ciencia y la ingeniería se encargue de los dos primeros y revisemos la productividad por un minuto.


Pues con productividad nos referimos al término más amplio del termino que da origen a la ciencia económica, como empleamos unos recursos escasos para suplir unas necesidades cuasi infinitas. Cuanto más podamos producir con los mismos recursos, más productivos somos. Pero esto incluye aspectos de todo tipo, desde la producción bruta en una industria, hasta la relación entre infraestructuras o instituciones de un mismo país. Desde la comunicación hasta las relaciones internacionales (para poder meter nuestro producto en sus mercados). Hoy en día, donde los servicios ocupan cada vez más parte de la actividad económica de un país, la creatividad, la capacidad de venta, las relaciones personales, la inteligencia comercial, son aspectos que hay que cuidar para ser productivos.


A lo largo de muchos estudios, y de la propia lógica que cada uno tenemos en nuestro particular cerebro, podemos adivinar como la mejor forma de impulsar una sociedad más libre, inteligente, y apta para competir con un mundo globalizado es la educación. La educación en todas sus vertientes, en sus máximas especificidades y en sus grandes generalidades.


Necesitamos una mayor enseñanza en matemáticas y lenguaje (comprensión lectora, ya escribí sobre ello), y a la vez hacerlo permitiendo una mayor creatividad por parte del estudiante, y un aprendizaje más apto a que cada uno pueda, sepa y quiera aprender por si mismo. Algo difícil, pero necesario.


Por otro lado, tenemos la demanda. Para que la actividad económica se sustente en el tiempo y no dependa de burbujas, o subvenciones del sector público (que tienen otro propósito), la economía debe basarse en sectores que tengan futuro, que produzcan bienes demandados por la sociedad y que, por tanto, generen bienestar. A la vez que el crecimiento económico y el aumento de la productividad hace que los sectores ya instaurados (aun con la misma importancia) tengan menos futuro de crecimiento y generación de empleo, la población debe siempre ir buscando donde disponer sus aptitudes productivas. Así, cuando la agricultura se dominó y capitalizó, menos gente fue necesaria y pudo empezar la revolución industrial. Siglos después, los servicios han copado la mayoría de la actividad económica de hoy día. El futuro del crecimiento a largo plazo se basa, por tanto, en los sectores que más empleo generarán a largo plazo, una panacea que se busca con ahínco.


Estos “sectores del futuro” pueden ser muchos, y cada uno puede pensar que algunos de los que voy a decir a continuación no son tales, o al revés, que me haya dejado alguno por el camino. El debate en este aspecto puede seguir en los comentarios.


El primer sector con futuro es el de las energías renovables. Aun hoy en día, en donde tanto se habla de que esto puede ser incluso una burbuja, está claro que si de pronto se acabará el petróleo o el gas (aun quedan reservas para rato, no asustarse), no tendríamos ni para empezar. El aumento de este sector, que no solo depende de la energía eólica que a muchos les molesta (me incluyo en parte) por destrozar el paisaje, sino también solar, hidraulica...,  y por la fusión que aun debemos conseguir en las ciudades entre urbanismo y naturaleza, autoconsumo energético o un impulso aun mayor de la “economía verde”, azuzada por un cambio climático que parece que se nos ha olvidado con tanta crisis, puede ser una oportunidad para potenciar la generación de empleo.


El segundo sector es el de servicios hacia personas: Educación, sanidad y dependencia. Leí el otro día que mientras en España esto ocupa el 9% del empleo, en países como Suecia es del 25%. Creo que está claro además, de que necesitamos mucha más gente en esos tres ámbitos (no estoy diciendo que sean malos sectores, pero falta empleo).


El tercer sector es el de servicios a/de empresas. Esto no implica que vayan a crearse empresas para dar servicios a otras, sino que las empresas, poco a poco, van creando departamentos donde la comunicación con el cliente, a través de redes sociales, fidelización de marca, estrategias más personales, son elemento clave. Durante muchos años hemos vivido un profunda marcha atrás en la comunicación entre empresa y cliente. Servicios deslocalizados (llamadas a las 4 de la tarde de una simpática argentina que te quiere vender un nuevo móvil, por ejemplo), maquinas de teleoperadora que desesperan al más tranquilo, etc. Creo que debemos vivir un proceso justamente contrario, donde las empresas intenten, más que nunca, humanizarse y acercarse al consumidor con más trabajo intensivo en capital humano y no tanto físico.


El cuarto y último de los sectores que ahora me pueden venir a la mente (como digo, seguro que hay más), es el de la investigación y desarrollo. España produce muchas menos patentes que otros países, lo cual nos deja también en inferiores condiciones a la hora de intentar competir con el resto del mundo. Esto depende, de nuevo, de la educación, en saber mantener a los cerebritos y que no se vayan fuera (algo difícil por los clusters ya encauzados). Y depende de que haya cauces de financiación y se pueda reforzar desde ámbitos públicos (incentivando) la inversión más productiva (capital riesgo, crowdfunding), que permita que las ilusiones e ideas, la motivación y el futuro potencial se haga realidad.


En definitiva, creo que en los próximos, no sé, 10, 20 años, estos sectores deben aumentar. Son unas fuente de empleo segura, y a la que se debe apoyar. Y no solo son una fuente de crecimiento de empleo a corto plazo, sino que pueden ser las bases del crecimiento del que dependa nuestra economía a largo plazo.

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿Es posible llevar a cabo una política diferente?

Tras ver el nuevo impulso que Obama quiere darle a la economía con su política de estimulo uno se pregunta, ¿por qué no podemos aquí elegir una política diferente?


Una vez dentro de Europa, hemos entrado en una zona de indefinición tremenda donde no tenemos sistemas fiscales iguales (con el movimiento de capitales que eso conlleva), no tenemos sistemas políticos iguales, con claras diferencias en variables fundamentales como la renta media, básica o incluso la deuda sobre el PIB. Y aun así, se nos obliga a tomar una política económica que sea exactamente como quieren las instancias europeas, amenazando incluso con multas a aquellos que excedan el déficit que ellos creen que es el correcto.


¿Cuál es nuestro rango de libertad a la hora de actuar si vamos a ser influenciados por las diferencias ya existentes sin poder hacer nada diferente, y sin política monetaria ni fiscal?


Se preguntaban hoy en LaInformación si el PP podría aplicar un plan de estímulo como el americano y respondían incluso que era posible, cuando a todas luces, no solo ellos mimos no quieren, si no que nadie nos lo permitiría.


Europa es demasiado sensible, irascible, inflamable, con cualquier movimiento que se salga de lo común. Y a la vez no queremos en Europa nada a lo que llamar realmente “política común”.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Informe de la ONU sobre el comercio y el desarrollo (2011)

Un informe que está siendo bastante comentado ahora mismo es el que ha dedicado la ONU al tema del mes, la posible recesión que se nos viene de nuevo encima. Lo podéis descargar o, simplemente, leer el resumen que aquí voy a disponer.


Lo cierto es que la ONU se suma a las cada vez más numerosas voces que se hacen eco de que la austeridad ha sido un mal camino a tomar desde 2010, algo tarde en mi opinión, teniendo en cuenta que la economía más básica lo predecía desde hace tiempo.


Aquí los puntos básicos del informe:




  • A principios de la crisis el G-20 se reunió y llevó a cabo un acuerdo de acometer políticas de estímulo a nivel global que nos alejara de caer en una recesión mucho peor. Se consiguió, pero se abandonaron rápidamente esas políticas y a mediados de 2010 los efectos ya habían desaparecido. En vez de ahondar más en las políticas de expansión, se tomó el camino contrario, elevando la máxima política en la búsqueda y persecución de la austeridad pública, ahondando aun más en el estancamiento de la demanda interna.

  • El resto de acuerdos del G-20, que se dedicaban a la integración no solo de políticas comunes, sino de una mayor integración financiera y un mayor control del movimiento de capitales, no se han llevado a buen puerto, y parecen haberse olvidado de la guía de ruta que en su día parecía indispensable.

  • Por su parte, el resto de países en vías de desarrollo han descubierto y (aprendiendo de los errores del pasado) que la mejor vía para un crecimiento saludable es la potenciación de la demanda interna y no tanto de la dependencia exterior vía exportaciones. En China, el motor de crecimiento del comercio exterior empieza a perder fuerza frente al comercio y la inversión internas, mientras en Europa, justo al revés, se sigue persiguiendo únicamente la búsqueda de una competitividad que mejore su capacidad exportadora.

  • La tendencia a la baja de los salarios y rentas medias comprometen la recuperación económica a medio plazo. Recortes, ajustes fiscales o una búsqueda bruta de la competitividad vía salarios puede ser más perjudicial que positivo. Aboga por la fijación de los salarios por la productividad, para que no se produzcan brechas entre oferta y demanda.

  • Los partidarios de la austeridad y el ajuste fiscal siguen pensado que el crecimiento viene derivado de la confianza en los mercados financieros, que son justamente los que originaron la crisis, gracias a la irresponsabilidad de agentes privados y las conocidas agencias de calificación crediticia.

  • La deuda pública aumentó abruptamente no a causa de políticas imprudentes o “despilfarradoras”, sino por los estabilizadores automáticos y por la conversión de deuda privada en pública gracias al rescate bancario.

  • Mientras los países desarrollados basaron las políticas de estimulo en un 40% en recortes impositivos, en los países en desarrollo se apostó más por el gasto público, además de que el estímulo fue mayor.

  • No se puede tratar a las finanzas nacionales como un hogar o una empresa. Porque reducciones en el gasto provocan más adelante reducciones en los ingresos, al recrudecerse la actividad económica.

  • En el pasado, el ajuste fiscal se ha demostrado altamente ineficiente. Tras políticas de austeridad, Indonesia esperaba un crecimiento del 5%, se topó con una caída del 13%. Tailandia previó un aumento del 3,5%, se contrajo un 10,5%.

  • Las políticas más eficaces son: gasto en infraestructuras, transferencias sociales o subsidios específicos para inversores privados, más gasto social para los más desfavorecidos, reducciones de impuestos sobre ventas o del IVA, así como del IRPF en sus tramos más bajos.

  • El aumento de la deuda pública de los países debe tomarse en cuenta y preocuparnos para tomar las medidas de estímulo más eficientes, sin embargo no podemos olvidar que la mejor forma de actuar contra la crisis es actuar contra aquello que la ha ocasionado, que en este caso no es la deuda pública.

  • Los mercados financieros no actúan como el resto de mercados de bienes y servicios pues no procuran la producción de nuevos activos y mejoras productivas que aumenten los beneficios a lo largo del tiempo, sino que se basan en el aprovechamiento de información imperfecta y la especulación sobre los activos ya existentes. El movimiento es gregario, por lo que no hay racionalidad sobre la realidad económica. Es indispensable regular estos mercados.

  • El aumento de la especulación en los mercados de productos primarios es un ejemplo más de la facilidad con la que se generan burbujas gracias a movimientos basados en pseudoseñales y en tendencias más que en variables fundamentales, capaces de afectar a variables tan básicas como los precios de la alimentación.

  • La economía mundial se enfrenta a otros retos como la eliminación de la pobreza, o la transición a un patrón de consumo y producción más respetuoso con el medio ambiente. El propósito de los gobiernos de todo el mundo debería ser crear el entorno de una macroeconomía estable a medio y largo plazo, para lo cual es indispensable que se sigan impulsando los programas de reformas.


Y hasta aquí lo más reseñable. Tiene más apartados donde habla de precios u temas menos interesantes que hubieran alargado innecesariamente el resumen. Creo que es una buena fotografía del momento en el que estamos y, sobre todo, el cómo hemos llegado. Ahora hace falta actuar. Veremos que presenta Obama .

Gráficos sobre el gasto público durante la crisis.

El debate sobre qué está ocasionando este estancamiento económico sigue siendo el mismo. Los hay que defienden que no se han dejado de aplicar medidas keynesianas de despilfarro y gasto público mientras otros decimos que es el efecto de una política austera.


Ante esto, lo más conveniente es ponerle cara a aquello de lo que hablamos. ¿Ha aumentado el gasto público de forma continuada durante la crisis, o hemos tomado la senda austera?


 He ido a las estadísticas de la OCDE para conseguir los datos del gasto público total a precios constantes (es decir, descontando la inflación). Este es el gráfico.



Evolución del gasto público y tendencia. (España)

 La línea roja nos indica el gasto publico realizado. La línea azul nos marca el gasto publico que debería haber acontecido si se hubiera seguido la tendencia (obviamente, los datos de 2011 y 2012 son estimaciones).


Como vemos, el gasto publico, que aumenta de forma pro cíclica por motivos de desgaste social, no solo no ha aumentado por encima de la tendencia (que implicaría una política keynesiana y de gasto estructural en 2010), sino que vemos una bajada en el gasto acorde con el plan de restructuración del déficit de 10.000 millones de euros (aquí estamos viendo el gasto público, no hablo para nada de actuaciones vía impuestos, sino de la bajada del suelo de los funcionarios, el bloqueo de las pensiones, recortes de todo tipo, ausencia de políticas de empleo…).


No podemos decir, ni mucho menos, que durante el 2010 hayamos realizado una política de gasto público. Otra cosa es que se haya seguido derrochando por vías que siempre se han podido recortar, pero la austeridad está ahí, solo deben mirar el gráfico. La pregunta ahora es, ¿y el resto de países?


Ya sé, de nuevo, que la situación es diferente porque los recortes del gasto vienen acuciados por una crisis de deuda que nos hemos ido autoimponiendo, pero hace gracia ver cual ha sido la evolución de aquellos países que, ahora, están mucho mejor.


Alemania, el adalid de la austeridad. Aumento continuado del gasto público.




[caption id="attachment_1353" align="aligncenter" width="540" caption="Evolución del gasto público alemán"][/caption]

¿Saben el bajón del 2º trimestre que sucedió en Europa? Hay dos países, que han seguido creciendo, Austria y Polonia (¿Y estos países donde están, madre mía?, ¿es que hay más países a parte de Alemania y EEUU?).


Aquí sus gráficos.




[caption id="attachment_1354" align="aligncenter" width="540" caption="Evolución del gasto público en Austria"][/caption]

[caption id="attachment_1355" align="aligncenter" width="540" caption="Evolución del gasto público en Polonia"][/caption]

Y Obama, mientras escribo este pequeño articulo, prepara un plan de 300.000 millones de dólares, un aumento del 15% del gasto público que ahora se está realizando. ¿Está loco Obama? No, está preocupado por el empleo, por el crecimiento.


Aquí en España, al contrario, anuncian recortes de 30.000 millones de euros.


En definitiva, el debate académico seguirá, las políticas que se nos vienen seguirán el camino de la austeridad de Cospedal (mejorar el empleo echando a más de 14.000 a la calle, buen camino...), y desde este blog seguiremos defendiendo lo que para muchos es indefendible, hacer las cosas con un mínimo de cabeza sin dar las cosas por supuesto. Que existen ejemplos donde la continuidad del gasto público, así como cualquier clase de economía básica, nos enseñan que se potencia y se sigue articulando el crecimiento.


Actualización: Informe de la ONU destacando los riesgos de la aplicación y continuación de las políticas de austeridad en Europa y EEUU.

martes, 6 de septiembre de 2011

¡Recesión a la vista!

Ya son muchas las instituciones que nos van avisando de que una nueva recesión puede estar próxima. Poco a poco los datos iban desentrañando un problema de fondo que, si bien no es tan tremendo como el que fuera hace unos años, tiene sus propios condicionantes.


La crisis del 2007 fue originada por problemas financieros, derivando en una crisis de manual que afectaría a la demanda, es ahora esta, en plena recuperación, la que origina los problemas. ¿Seguro? Que la crisis financiera no está realmente resuelta está claro, y tenemos por el camino otro problema más que es la crisis de la deuda. Se nos está juntando todo y en vez de ir deshilando el problema, se está enredando todo cada vez más.


¿Nueva crisis?


Estoy seguro de que cuando la gente escucha en las noticias que se avecina una nueva crisis, no lo llegan a entender. Y es normal. En el caso español nunca hemos salido del todo de la crisis, por lo que no es posible que sea una nueva, tal vez solo una mutación, o una continuación del problema, más allá de lo previsto.


Lo cierto es que lo de "nuevo" viene porque el resto de países que ya estaban registrando la recuperación económica han visto mermado su crecimiento. EEUU o Alemania son los dos casos más sonados por su importancia internacional.


Hay cuatro datos básicos para entender el problema. Los datos de crecimiento, que bajan con respecto al trimestre anterior. Los datos de empleo, que está estancado, y los dos datos del Markit, que son evoluciones que nos pueden representar un poco la tendencia futura de la economía.


¿Cual es ahora el problema?


Es simple, y lo he dicho muchas veces. Los consumidores no consumen por que la renta de los trabajadores disminuye y estos no aumentan, y además siguen teniendo una deuda privada enorme que quitarse de en medio. Los inversores no invierten, y es ahora el informe Markit, y no yo, quien nos dice por donde van los tiros. Son encuestas respondidas por las empresas, que dicen que el verdadero problema es que no hay demanda suficiente, ni previsión de la misma, como para justificar inversiones que aumenten la capacidad productiva, y vemos además como gran parte de la producción se queda en stock, no se vende, de hecho si eliminamos el efecto stock, hay estudios que indican que incluso Alemania estaría en problemas de recesión ( y no solo estancamiento).


La exportaciones también se recrudecen, porque dependen del resto de países. Alemania e incluso China (dentro de lo que de por si es), han visto reducida su fuerza exportadora. Todo esto aderezado por una disminución de la actividad pública, enfrascada en la batalla contra el déficit.


Lo que está claro es que si hay algo que determine la confianza de los inversores y consumidores y mejore las finanzas públicas, es el crecimiento económico, y no al revés, como parece indicar la búsqueda del santo grial de una confianza basada en recortes para un crecimiento sin base económica que, finalmente, no ha llegado.


Pocas políticas nos quedan, y políticos buenos menos aun. Los recortes sociales y de empleo de las políticas que ya se están empezando a imponer en algunas CCAA nos avisan de la senda que se va a seguir, y algunos seguimos pensando que lo único que podemos hacer es esperar mientras poco a poco los datos nos dan la razón de que otro camino más sensato, no solo es posible, sino que es más recomendable. Por suerte, voces cada vez más influyentes (esta vez la directora del FMI parece ir haciendo guiños) se suman a nuestra opinión.

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viernes, 2 de septiembre de 2011

El paro aumenta en 51.185 personas en agosto

De los pocos datos mensuales que acaparan la atención de todos, el dato de paro es el rey. España adolece, sobre todo, de la tasa de paro más alta en toda la Unión Europea, y su evolución es tan importante para el desarrollo económico tanto por motivos de crecimiento como de bienestar social.


Ayer nos enterábamos de que la tasa de paro, desestacionalizada, en julio había alcanzado la increíble cifra de 21,2%. El aumento continuado que estamos sufriendo se contextualiza con descensos tímidos en estos meses de verano que han sido menores que los acontecidos el año pasado. ¿Y qué tal ha ido agosto?


Por jugar, había estimado un aumento del paro en 88.000 personas. Ya ayer todos los indicios me quitaban la razón y rebajan el dato a unas 50.000 personas. Finalmente, el dato oficial es de un aumento de 51.185 personas, alcanzando la cifra total de 4.130.927, denotando un incremento del paro de 1,25% en términos intertrimestrales y del 4% en términos interanuales. El incremento ha estado por debajo del que fue el año pasado, de 61.083 personas.


Pero el dato del paro solo siempre se queda un poco descolgado. Así que atendemos a la cifra de afiliados medios a la seguridad social. Si el paro nos dice el total de gente que busca empleo, el numero de afiliados nos puede dar un indicio del número de trabajadores.


En este caso la cifra es mucho peor, porque baja un total de 136.835 personas, con lo que el número total es de 17.500.517, que implica un descenso de -0,77% en términos intertrimestrales y de -1,22% en términos anuales. En este caso el dato sí es peor que el del año pasado, en el que bajó en 131.859 personas.


Sabemos que agosto es un mes malo para el empleo (y los que vienen también, así que esta coletilla pierde fuerza). Si bien creo que debemos fijarnos cada vez más en las cifras de empleo y menos en las de paro.


Imaginen el siguiente caso. Solo queda un trabajador en el país. Tenemos 20 millones de parados. Al final, ese pobre hombre va al paro. El paro aumenta un 1 persona. El paro aumenta en 0,000005%. Los trabajadores han caído en un 100%.


¿Cuál es el dato que mejor refleja lo que está pasando?


En definitiva, el dato de paro es mejor de lo esperado, el dato de afiliados peor. Pero el problema de empleo sigue estando ahí. La creación de empleo sigue eludiendo las perspectivas de crecimiento y el estancamiento/recaída se acerca a pasos agigantados.


A continuación reproduzco los gráficos para el que quiera echarles un ojo, pinchen para verlos mejor..



Paro total (izquierda), tasas de incremento (derecha)

Afiliados medios a la SS (izquierda), tasas de crecimiento (derecha)

 

jueves, 1 de septiembre de 2011

Evolución del PMI (agosto)

Saludos. Hoy quiero traer otro índice muy interesante y utilizado para verle el pulso a la economía. Hablo del PMI (Purchasing Managers' Index, es decir, índice de Gestión de Compras). Me remito a la importancia de estos índices de manos de los que lo generan:



Los estudios del PMI están basados en encuestas mensuales que se remiten a empresas rigurosamente seleccionadas. Estos estudios proporcionan una indicación avanzada de lo que realmente está ocurriendo en la economía del sector privado, siguiendo la evolución de diferentes variables tales como la producción, los nuevos pedidos, el nivel de stocks, el empleo y los precios dentro del sector manufacturero, y el sector servicios en el caso español.

Los estudios del PMI están basados en hechos reales y no en opiniones. Los índices PMI son uno de los primeros indicadores de las condiciones económicas que se publican cada mes. Los datos se recopilan utilizando el mismo método y metodología en todos los países y de esta forma los datos son internacionalmente comparables.

El funcionamiento es el siguiente. De los estudios que se hacen se calcula la probabilidad media de que el sector haya mejorado. Si el 100% de las empresas mejoran, el índice da un valor de 100. Si ninguna ha mejorado, el índice es de 0. Si se ha quedado igual, el índice da un valor de 50. Es decir, aquí el baremo que nos indicará si vamos a mejor o a peor es si estamos por encima o por debajo de 50.


Hoy se ha publicado el primero (PMI de manufacturas), aquí la gráfica:




[caption id="attachment_1323" align="aligncenter" width="561" caption="Evolución del PMI manufacturero"][/caption]

 Nos lo comparan con el índice de producción manufacturera del INE. Como vemos, la caída enorme iniciada en 2007 es la crisis, y la caída que estamos padeciendo ahora es una doble (y esperemos pequeña) recesión que está sufriendo todo el mundo.


La caída es de hecho parecida a la pequeña desaceleración de 2001 (las punto com), aunque de momento algo menor.


También nos da un indicio de por donde van a ir los tiros en cuanto al índice de producción manufacturera del INE en agosto, que probablemente caiga entre el -3,5% y el -4,5%. Habrá que esperar, pero el panorama no se presenta precisamente bueno para la recuperación ni para el empleo.


Ahora atendemos al valor en servicios.




[caption id="attachment_1324" align="aligncenter" width="600" caption="Evolución PMI en servicios"][/caption]

Como vemos, sigue la misma tónica de no solo no crecer, sino volver a terreno recesivo. Ampliandose aun más la caída, y empeorando las perspectivas de crecimiento de los dos sectores productivos.