domingo, 12 de diciembre de 2010

¿Cuál es el sentido de la política económica?



¿Para que se utiliza la política económica? Porque yo creía que se utilizaba para mejorar la situación fundamental de la economía. Yo creía que se utilizaba para favorecer la inversión, la defensa de los menos favorecidos, la estabilidad del empleo o el crecimiento… pero no. Parece que la política económica es una obra de teatro que sirve únicamente de divertimento a los mercados de deuda.

Ahora Trichet apremia a España para que reforme las pensiones, para apaciguar los mercados. No importa nada el debate sobre la verdadera utilidad de elevar la edad de jubilación, en detrimento del empleo joven y productivo. No importa nada debatir sobre la vida útil en ve de una esperanza de vida manipulada. No importa nada debatir sobre los derechos adquiridos por unos trabajadores que, en muchos casos, llevan trabajando una vida y no van a poder seguir desempeñando su trabajo habitual. No. Y no importa porque, afrontémoslo, los mercados no creen que importe.

Tenemos que buscar nuevas vías de financiación. De igual forma que la sociedad debe depender cada vez menos del petróleo, fuente limitada de energía, la política económica debe erigirse en nuevos sistemas sostenibles de financiación. Sistemas que no dependan del miedo, de la especulación, del poder, o de la mentira para valerse y enriquecerse a costa de los demás.

No podemos seguir dependiendo de los gustos artísticos de unos señores que se divierten viendo sufrir a todo un país. Ya hace mucho tiempo, mucho tiempo y muchos esfuerzos para acallar cientos de bocas hambrientas de dinero, bocas que, a pesar de haberse dado un banquete, adivinen qué, siguen hambrientos.

Parece mentira que, a pesar de haber sufrido una crisis gracias a todas estas bocas hambrientas, se les siga dando de comer a costa de los que día a día, no tienen con qué alimentarse.

De nada sirve quejarse. De nada sirve la política actual. El Partido Popular habría hecho medidas mucho más impopulares, mucho más anticíclicas y mucho más retroactivas. Pero estamos sumidos en un mar de oscuridad informativa. La gente busca la izquierda en cualquier cosa que, visto lo visto, no se encuentra en el PSOE, y el PP, a la chita callando, se está ganando los votos de los que no saben muy bien qué pensar. Falta una izquierda que hable. Una izquierda que los países europeos ya se han comido. Una izquierda que no tiene representación real en los poderes políticos, anclados en la manutención de aquellas bocas que, con el canto de sirena, consiguen justamente lo que quieren.

Vivimos en desiertos de información. Los políticos no escuchan al pueblo. El pueblo no escucha a los políticos (porque estos no hablan, ni se comunican), y toda acción, todo cambio, toda política, se envuelve con el halo de los que ya entendemos como seres fundamentales, los mercados de deuda. Y al mismo tiempo, el atisbo de información libre es rápidamente acallado. Wikileaks es una paradoja andante. Por un lado todos los políticos lo denominan como algo deplorable, un mal encarnado en persona, un acto de terrorismo. Y al mismo tiempo los mismos afirman que, la verdad, es que no revelan nada nuevo. Que toda la información ya se sabía o estaba confirmada, y que el resto, son chascarrillos que no le importan a nadie. Nada tiene sentido.

Todo pierde el sentido cuando la justicia se doblega frente a una política autoritaria, una dictadura encubierta y disfraza de democracia en la que los ciudadanos, convenientemente desinformados meten un papel en una caja de cristal. Todo pierde el sentido cuando la información se prohíbe, se anula y se pena. Cuando la libertad se coarta por le mero beneficio de los que quieren cambiarlo todo, que poco a poco van aprendiendo que no tienen por qué esconderse tanto, puesto que el ciudadano medio sigue impávido en sus pantallas televisivas. Todo pierde el sentido cuando la política que debería velar por los ciudadanos de un país, vela por los que lo empobrecen.

Todo ha perdido ya su sentido.

1 comentario:

  1. Ui!!!!

    Como siempre el problema, según mi opinión, es de base. Aquí podemos identificar como mínimo dos:

    -La gente se toma el apoyo a un partido político como si fuera un equipo de fútbol. Acabo de ver una entrevista a Estopa, donde uno decía que el era del PSOE, de siempre, de corazón, como su abuela. Podemos ser de izquierdas o de derechas, liberales, tener nuestras ideas, pero ningún partido, o incluso ninguna ideología se merece nuestro apoyo incondicional para siempre. Incluso nuestras ideas tienen el derecho a ser diferentes a medida que avanzamos en la vida.

    -En la economía se ha perdido el componente social. Creo que tu has finalizado tus estudios hace bastante menos que Yo. Cuantas veces has oído a algún profesor de la universidad decir que la economía es una ciencia social, que se debe dedicar a incidir en el comportamiento de la sociedad. Supongo que muy pocas. Parece que la mayoría de economistas están mas contentos cerca de los matemáticos y buscan incidir en indicadores macroeconomicos. Yo creo que tendríamos que estar mas cerca de los sociólogos, y estudiar el comportamiento de la sociedad para incidir en el.

    Lo dijo un gran economista, no recuerdo el nombre. La libertad sin formación no es libertad.

    Saludos! y animos!!!

    ResponderEliminar