domingo, 7 de agosto de 2011

Las economías se resienten... vaya novedad.

No entiendo muy buen porqué la gente esta semana se asombra de que las economías occidentales no levanten el vuelo. Con el lio que ha habido en EEUU parecen que han aflorado esos sentimientos de vuelta a una recesión de la que parecíamos estar recuperándonos. Está claro que la cosa está estancada y parece que va a seguir estándolo.


No es solo que lo diga Krugman (aunque quizás el que el lo diga hace que muchos no quieran creerlo, aunque hasta ahora los datos le vayan dando la razón), sino es coyuntura básica, de esa que dan en las universidad casi al acabar la carrera.

Para el crecimiento hay cuatro únicos motores. Solo cuatro. El consumo, la inversión, la exportación neta y el gasto público. No le busquen tres pies al gato, si alguna de estas cuatro cosas no despega por encima de lo que caen el resto, la economía no crece.


Las familias no consumen más. No lo hacen porque siguen igual de endeudadas (porque la deuda de España es, sobre todo privada, no pública, como parece que se empeñan en vender). No consumen más porque el empleo cae y, por tanto, la renta disponible cae.


Los inversores no invierten. Bueno error. Sí invierten, pero no lo hacen en bienes productivos. Esta es una de las claves que llevan a muchos a no creerse el keynesianismo. Todo lo que se ahorra se invierte, es una máxima contable, pero hay inversiones e inversiones. Inversiones productivas no se hacen porque ningún empresario se cree que vaya a aumentar la demanda, y por tanto no va a poder colocar su producto. ¿De que sirve invertir en producción si luego nadie te la va a comprar? Las inversiones que se hacen ahora mismo no sé si catalogarlas de especulativas o de defensivas. Me refiero al aumento de precio del oro, las materias primas, etc. Los que invierten lo hacen en bienes “seguros” y en deuda, pero no en servicios que den empleo o generen crecimiento.


De momento solo crecemos mediante las exportaciones netas, pero, reconozcámoslo, de momento esto es así porque estamos mal de huevos y no importamos con tanta fuerza como antes. No tenemos la fuerza exportadora que tienen otros países y no hacemos mucho por buscarla.


Y mientras Europa y el mundo entero sigue empeñada en bajar el gasto público. En reventar el último de los motores para que no aumente… el déficit. Un déficit que no es nada si no atendemos a la deuda. Deuda que si miramos es absurdo que esté liderando las causas de unos altos intereses.


Hay mucha prima de riesgo por razones especulativas y de crecimiento. Y no vamos a crecer en poco tiempo, pues las razones que fundamentan el estancamiento de los cuatro motores van a seguir estando ahí.

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