sábado, 20 de agosto de 2011

Keynes Vs Hayek (II)

Lo cierto es que si no llega a ser por un compañero de la universidad, autodefinido austríaco, no habría llegado a saber tanto de esta escuela. Posiblemente, aun siendo la victoriosa en gran parte de los círculos económicos (al menos sí muchas de sus ideas), en el plano educativo de la economía básica, la escuela austríaca así como Hayek o Mises son unos grandes olvidados.


Hay una razón para ello, aunque para mi es incorrecta. Y es que su escuela es heterodoxa, es decir no se ajusta al canon del resto de escuelas económicas, que basan su conocimiento en modelos. Todo el argumento austríaco es discursivo, no creen en modelos económicos y, se distancian mucho de estudios econométricos/estadísticos (lo cual no quiere decir que no los hagan o usen, pero si son muy críticos con estos).

El argumento clave de esta escuela es básicamente la opuesta al keynesianismo o al monetarismo, pues dicen que la mejor aportación al sistema económico que se puede hacer desde instancias superiores (sector público o bancos centrales) es no hacer nada.




[caption id="" align="alignright" width="199" caption="Keynes"][/caption]

Su argumento se basa bastante en la toma de decisiones de los individuos y los precios relativos, en la posición del ahorro frente a la inversión y a mantener la economía bajo una libertad estricta que permita a los individuos poder tomar las mejores decisiones, sabiendo el precio real de todo producto. Cualquier actuación pública hace variar los precios relativos y eso acaba fastidiando todo el sistema (ahorro, inversión, consumo).


Con tipos de interés bajos las inversiones se hacen muy rentables lo cual, bajo nuestro sistema financiero, permite una sobreinversión en sectores que pueden crear burbujas, endeudamiento y en última instancia crisis.


Lo cierto es que, como explicaba el artículo que describía ayer, la escuela kaynesiana y austríaca no se diferencian tanto en sus raíces. Podemos hablar de ellas como los típicos hermanos cabreados que jamás llegarán a hablarse.


Las dos parten de la tradición Milliana de la economía, la cual, en oposición al empirismo predictivo, basaba la validación de la teoría en la validez de los primeros argumentos de los que deducían la teoría (las premisas) y no en una validación posterior a partir de estudios que refutaran la propia teoría.


La diferencia es que mientras el empirismo introspeccionista (línea keynesiana) basaba la validad de sus premisas por una evidencia empírica, aunque sea evidencias internas, la línea austríaca la basaba en hechos que, para ellos, eran innatamente verdad, los llamados “principios sintéticos a priori” que no necesitan ningún tipo de validación.


Por ejemplo, para los keynesianos es una premisa evidente el decir que una parte de lo que se gana como renta se dedica a consumir y otra a ahorrar. Esto es algo obvio que no necesita ningún tipo de estudio. A partir de aquí se pueden sacar generalizaciones a través de modelos económicos.


En la línea austríaca tendríamos por ejemplo: Toda acción viene motivada por algo, es decir, tiene un propósito. También algo evidente.


No, la diferencia no es grande, es simplemente un matiz. Y lo que verdaderamente separaría a las dos escuelas sería el modo normativo (como debe ser) de ver la economía.


En el modo positivo (es decir, en la explicación de lo que es y de cómo funciona la economía) la escuela austríaca tiene muchos aciertos. Sus libros discursivos y de ensayo (aunque no por ello es una lectura más fácil) son profundos y muy correctos.Su crítica a la agregación macroeconómica me parece razonable, su visión de un capital heterogeneo muy lógica, y la diferencia entre inversiones buenas y malas, aun con matices, correcta. Sin embargo bajo mi experiencia, llega un momento en el que intenta imponer tras páginas y páginas de lógica incorregible una conclusión que no lo es tanto, en un movimiento que se aleja de la neutralidad con la que intentan plagar el texto.


Keynes por su parte también hacía libros discursivos y era más parecido a la línea austríaca que a los economistas clásicos. Pero sus razonamientos se hicieron mucho más modelizables (gracias, sino me equivoco a Hicks).

[caption id="" align="alignleft" width="168" caption="Hayek"]Hayek[/caption]

Que hay un sobre endeudamiento en el sistema derivado de muchos años invirtiendo en la burbuja es algo que todos entienden. El cómo hemos llegado a ello, (con muchos matices) es algo que también suele concordar. El problema es que para los austríacos lo fundamental ahora es que el ahorro se vuelva a sobreponer sobre la inversión, que el endeudamiento se acabe y el sistema vuelva a ser tan perfecto como en su teoría debería ser. Mientras para los keynesianos ese incremento de ahorro ahora nos llevaría de forma agregada a una crisis aun mayor por lo que hay que hacer es justamente lo contrario, impulsar el consumo.


A parte de los muchos problemas que le veo a la escuela austríaca (y en este artículo solo hablo de sus virtudes), hay un elemento que llegué a leer que terminó por decantarme por la escuela de Keynes. Y es que no creían en el comportamiento circular explosivo de la economía. El argumento de Keynes es que si ahora mismo aumenta el ahorro, esto llevará a un descenso en el consumo, lo cual hace que se venda menos, lo cual implica que más empresas tienen que cerrar o despedir a gente, con lo que mucha gente se va al paro, y el ahorro, de forma agregada, baja (o mucha gente no puede hacer frente a su endeudamiento)


Los austríacos no creen en esta serie de movimientos de aglomeración explosiva (no digo todos, pero lo llegué a leer como argumento principal), mientras que yo los considero básicos.


Mientras los austríacos consideran que se debe perseguir siempre el estado de libertad y competencia perfecta, aunque para ello tenga que bajar la producción un 10% de golpe, aunque por el camino se pierdan empleos, los keynesianos consideran que el sistema está lleno de ineficiencias derivadas de desigualdades iniciales, imperfecta información (imperfecta y desigual), poder de mercado (es decir, ya de base no creen en la competencia perfecta derivada de la simple libertad individual), y prefieren disminuir el endeudamiento a largo plazo, aludiendo a que, la mejor forma de pagar tu endeudamiento es tener un trabajo con la que poder hacerlo.


Podriamos tener a Hayek como el polí malo de la película: Si quieres invertir, primero ahorra. Si hay crisis no hay varitas mágicas que solucionen nada. Los atajos pasan factura... Y a Keynes como el poli bueno: Yo te ayudo ahora pero luego tienes que valertelas por ti mismo. Sé que lo has hecho mal pero no te voy a dejar sin cenar. Lo cierto es que necesitamos de los dos. O al menos (y no estoy siendo tendencioso), las dos son formas diferentes de ser o educar, presentes aun hoy día y que van más allá de lo que a economía se refiere.


El estado de competencia perfecta de los austríacos no es el mismo que, por ejemplo la escuela de Chicago (para mi estos ya son simples irracionales y ciegos obtusos). Por decirlo de forma rápida: Para Keynes la presencia de los monopolios implica que hay un poder de mercado en manos de una empresa y que sería mejor regularla (como ya se hace). La escuela de Chicago diría que si hubiera verdadera libertad económica no habría monopolios (para mi esto es una tontería enorme). Para los austríacos (más conscientes de la realidad) la presencia de monopolios puede surgir en libertad económica pero para ellos no es ningún problema, ni implica ningún perjuicio para la sociedad. Para ellos, todo lo que se deriva de la libertad económica estará bien.


Por otro lado, la escuela austríaca tiene, a su vez, muchos seguidores y algunos muy diferentes. No me gusta mucho que se tome a Hayek y Mises como los líderes de la verdad absoluta e incluso hay gente dentro de la escuela que también lo crítica. Los keynesianos por su parte hace tiempo que se desligaron un poco de Keynes, de lo que solo se mantiene su “forma de ver” la economía.


En definitiva, tanto Keynes como Hayek, a menudo exponentes máximos de escuelas enfrentadas siguen hoy de actualidad, lo cual considero que es signo no ya de que ninguna escuela ha conseguido triunfar sobre la otra, sino de que muy posiblemente las dos puedan tener su trocito de razón. La reconciliación es imposible pues su forma de entender la política es diametralmente opuesta. Muchos blogs y académicos se pasan horas criticando al contrario. Solo hay que ver la cantidad de artículos que hay dedicados a difamar contra Krugman y sus ideas. Por eso creo que los que estamos en medio tenemos que ser lo suficientemente sensatos como para pasar por en medio, coger lo mejor de cada casa y salir pitando de allí. Aunque en mi caso, defensor del nuevo keynesianismo, coja más cosas de una que de otra ;).


PD: Creo que ya los he recomendado alguna vez, pero es que ahora vienen perfectos. Los Rap's de Keynes Vs Hayek. Una visión muy satírica y humorística de esta infinita batalla: Aquí la primera parte. Y aquí la segunda. Este último es mucho mejor, más diálogos y con un final tremendamente cierto.

8 comentarios:

  1. Información Bitacoras.com...

    Valora en Bitacoras.com: Lo cierto es que si no llega a ser por un compañero de la universidad, autodefinido austríaco, no habría llegado a saber tanto de esta escuela. Posiblemente, aun siendo la victoriosa en gran parte de los círculos económi......

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  2. Muy interesante! Yo todavía no me he definido, no sé si soy más de papá, de mamá, adoptada o del butanero. Porque salvo a Ricardo que no le trago, el resto de economistas (de los que he leído que tampoco a todos) tienen puntos de razón. Incluso de la lectura Darwin se pueden sacar lecciones para la economía (ya que, Malthus fue su inspiración).

    Pero centrándome hoy en el Lord y en Hayek. Estoy completamente de acuerdo en que los dos llevan parte de razón y en parte se equivocan (en mi visión de las cosas a día de hoy).

    Keynes: la realidad de hoy es muy distinta. De la renta disponible no es que parte se dedique al consumo y otra al ahorro. Es que a día de hoy prácticamente no existe ahorro real posible en la mayoría de economías domésticas, sobretodo, porque ese posible ahorro fue hipotecado hace unos años con lo que todo el consumo posible real de una vida laboral se hizo en un año determinado y terminarán de pagarlo con su pensión. Ya no hay tanto gasto que mover porque todo se gastó de golpe. Y esas rentas quedarán liberadas dentro de 40 años para poder volver a funcionar como decía Keynes.

    La práctica nos ha demostrado que sí tiene importancia en qué se gasta. En qué o en cuántos sectores más bien, si quieres ir ganando todo el tiempo tienes que sacrificar ganancias hoy ( o gastar más) para realizar operaciones de cobertura que hablando en términos macros y micros sería impulsando varios sectores a la vez de manera que se complementen (no todo a la construcción y tener un pírrico sector industrial).

    El gasto por parte de las administraciones públicas a consistido únicamente en salvar a los bancos para que siguiesen proporcionando crédito y gasto. Lo cual no se ha producido porque el consumo y el ahorro están hipotecados por varios años.

    Así que los mercados no se han regulado con anterioridad pero ahora que viene el L/P (que se ha hecho presente) lo quieren regular. Y después de lo visto creo que deberían regularse muy seriamente (aquí no coincido con Hayek) pero creo que debería haberse dejado caer a más de un banco que ha sido salvado.

    Qué quedaría de unos y otros por aplicar... regular la banca (limitando sus beneficios que ellos mismos vayan adelantando el pago de sus propios excesos pasados), más libertad de acción a las empresas con límites (en ciertos sectores las patentes de 40 años son un anacronismo, por ejemplo, porque su evolución es mucho más rápida).

    Aunque de seguir su curso natural los tipos de interés deberían haber subido, mantiendolos bajos puedes conseguir tres cosas: el aumento de la especulación (para forzar ganancias como hasta ahora con una economía dopada y estresada), la fuga de capital hacia paraísos fiscales o proliferación de las efonomías sumergidas y por último el fomento de la inversión. Cómo lograr lo tercero? He ahí la cuestión cuando nos han comido la reina (no tenemos política monetaria) y las revueltas sociales están a la orden del día (cuidadín con las fiscales...) No sé cómo lo verás tú.

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  3. Lo que yo veo es que no se aplica realmente ninguna política afín a ninguna de las dos escuelas, pero ambas reclaman que se está aplicando la contraría y el resultado es negativo. Los austriacos te dirán que se ha gastado mucho intentando hacer una política keynesiana, y que seguimos igual de mal, y los keynesianos te dirán que hemos hecho una política austera y que seguimos igual de mal xD.
    Creo como tú que es importante en qué se gasta, y a la vez defiendo que se gaste. El plan E español no me gusto porque fue un gasto descontrolado y sin futuro muy potente y deficitario y muy en el corto plazo.
    Coincido en que nos hemos endeudado tanto que ahora todo lo que ganamos va destinado al cobro de la deuda y no al ahorro real. El problema real de España es que debemos asimilar que hemos estado muchos años consumiendo más de lo que ganábamos y que ahora toca consumir mucho menos y trabajar mucho más.
    En cuanto a la regulación, para mi es muy necesaria. Caer bancos no habría dejado porque la crisis financiera que habría desatado podría haber sido de órdago. No ha pasado pero estas cosas pueden pasar en un tris, el que todos tengan pánico y quieran sacar su dinero del banco.

    En cuanto a la inversión, yo voy por el lado de la demanda de la economía. Considero que ahora los tipos de interés deberían estar bajos, y que si no hay inversión es porque no hay perspectivas de crecimiento de la demanda, es decir, el empresario no cree que vaya a poder vender el producto, por lo que, ¿para que invertir? Solo hay que echar un vistazo a los indicadores de confianza empresarial...
    Hay una cosa que nunca he sabido, igual tú sí: ¿Los austríacos qué piensan de la ley de Say?

    Dos cosas más, primero gracias por comentar. Sobre todo por que en estos temas, lo que más hay son posiciones extremas, así que la tuya es muy bienvenida. Y en segundo lugar, ¿Ricardo? ¿Qué te ha hecho el pobre? :)

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  4. Supongo que lo "ideal", o mejor dicho lo mas sensato, sería tener una politica Hayekiana en tiempos de bonanza cuando las cosas van bien, ir ahorrando y que sea el ahorro el que invierta, y que cuando las cosas empiezan a ir mal, se empiece a tirar de endeudamiento productivo que el ahorro no se atreve a poner en marcha, que se ha de ir retirando paulatinamente conforme avanza la recuperación hasta desaparecer.

    El problema es que puñetas haces cuando ya tienes una deuda galopante y te viene otra crisis mas jodida, o como demonios se come esto cuando la mitad de tu zona monetaria no crece mientras la otra mitad está creciendo más que nunca y generando una burbuja inmobiliaria explosiva a base de deuda.

    Al final todo depende del entorno, y cuando hay tantas variables y tantos actores, al final da un resultado muy dependiente de los valores iniciales y cada ajuste. En un entorno así, supongo que lo mejor es tirar a Hayek después de todo, aunque suponga que el resfriado sea mas jodido, al menos sabes que el remedio no será peor que la enfermedad (al menos económicamente hablando, socialmente a saber, pero si la economía se va al carajo problemas sociales los tendrás iguales o peores). Supongo que esto lo digo porque hoy estuve leyendo la historia de la república de Weimar.

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  5. La verdad es que nos hemos pegado unos primeros diez añicos de órdago.
    Lo de la deuda sigue siendo el problema, pero yo vuelvo a los datos. Sé que todo el mundo se fija en los déficits, pero seguimos siendo uno de los paises con menos deuda pública de Europa. Aun incrementandola como lo hacemos seguimos por debajo de otros que siguen creciendo, porque el problema no es el endeudamiento público, sino el privado.
    Supongo que, realmente concordamos en un punto todos: En épocas de bonanza, buscar el superávit, en crisis, utilizarlo. Lo que nos separa es el límite por el que unos defendemos la solvencia, para mi un 60% de deuda pública no me parece descabellado. Mejorable, sí.

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  6. Supongo que el déficit es lo que está ahora de moda y lo que está dando problemas y lo que parece que puede mandar al carajo a los países euro.

    Y porque supongo que cualquier objetivo de reducir la deuda pública acumulada ahora mismo es una completa utopía, y no es lo mismo poner un límite del 70% o del 80% a Alemania, que a España, que a Italia o Grecia. En todo caso se podrían poner unas ratios decrecientes de déficit dada una deuda pública creciente, bien hecho podría significar una cota a la deuda pública aproximándose a ella asintóticamente. Pero eso tampoco garantiza que se pueda devolver.

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  7. Desde luego, ya lo hablamos en otra entrada. No puede ser lo mismo si en un pais tienen un paro del 20% y en otro casi no ha aumentado con la crisis. Hay muchas cosas que mejorar de tipo estructural, de esas de las que no se está hablando realmente.

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  8. [...] finalizar la trilogía iniciada con el primer y segundo artículo sobre estos dos grandiosos economistas, quiero recomendar un video de hora y media de debate entre [...]

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