jueves, 21 de octubre de 2010

España creará empleo en 2011.

Al igual que se intentan vender más pisos diciendo que subirán de precio en 2011, aunque nada lo indique, el nuevo ministro de trabajo comienza usando el mismo truco para incentivar la confianza económica con un buen lavado de cara y una imagen, hasta ahora inmaculada, que puede ayudar a que en cierto modo, se vaya a crear empleo.

Yo lo dudo, claro. Pero la fuerza de la confianza es una carta que hay que jugar y cuanto antes.

El problema es que ya le llueven críticas por decir que aportará empleo la misma reforma laboral contra la que se manifestó. Pero sea como fuera, su presencia en un guiño a los sindicatos que hay que interpretar como un signo positivo (para ellos, claro).

Nadie duda que su trabajo va a ser el más importante para ganar las elecciones, que sólo dependen del paro. SI efectivamente el paro consigue reducirse, la negatividad con la que se ve el gobierno bajará, y no digo del todo, pero si lo suficiente para que, bien jugadas las cartas, el partido pueda remontar.

Si al final todo es estrategia, y es máximo liberalismo político. Perseguir su propio beneficio, mantenerse en el gobierno, es lo que, teóricamente, más nos beneficia a todos.

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