sábado, 30 de octubre de 2010

Datos desestacionalizados o sin desestacionalizar.

El dato reciente del paro nos trae buenas y malas noticias. Por un lado nos dice que ha bajado hasta el 19,79% pero, si miramos los datos desestacionalizados, vemos que sigue aumentando.

La diferencia radica en que los datos no estacionalizados le quitan el efecto del verano, que es justamente lo que ha beneficiado esta vez a la tasa de ocupación del 3º trimestre y por tanto al paro.

¿Por qué desestacionalizamos los datos?

En general para hacer mejores comparaciones. Primero, porque no puedes comparar un mes con otro si de por medio hay cosas que cambian la medición. Por ejemplo, hay meses más cortos que otros, o con más fines de semana, o hay fiestas entre medio. Y para saber como va el crecimiento normalizado debemos ver los datos como si el periodo de estudio fuera algo homogéneo.

Por otro lado, el hecho de saber que va a haber un periodo más positivo que otro hace que distribuyamos el efecto estacional por todo el año, como si fuera un efecto que afectara al 100% y no sólo a un trimestre.

¿Entonces que datos miramos?

Yo siempre he tenido mis dudas. Académicamente y para hacer comparaciones entre trimestres deberíamos usar los datos desestacionalizados, no tanto si vamos a comparar entre ciertos trimestres de diferentes años. Sin embargo, a la hora de echar un vistazo a la situación económica real, creo que no debe faltar el verdadero dato económico, por muy afectado que esté por la estación

En este caso, la realidad es que hay una menor tasa de paro, ahora, el cómo se haya conseguido, sea de forma estacional o por políticas es algo que cuesta mucho discernir, sobre todo si estamos en una crisis. El caso es ver como va a evolucionar el consumo. Si nos fijamos en la tasa de paro desestacionalizada, podemos pensar que habría un efecto negativo porque al haber más gente en el paro se consumirá menos en el 4º trimestre. Pero la realidad nos indica que la mejora en el paro puede tener un efecto positivo en el consumo en el 4º trimestre. Y este es sólo un ejemplo.

En resumen. Para hacer comparaciones nada mejor que los datos desestacionalizados. Pero para hacer un estudio de la situación real en el momento y los efectos más inmediatos en el trimestre siguiente, prefiero los datos reales.

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