lunes, 14 de marzo de 2011

Los tres problemas de la crisis social



Llevamos mucho tiempo de crisis económica, y el otro día, viendo los desencadenantes fundamentales de la crisis, uno se da cuenta de que lo que está en el fondo es una crisis social de la que, si no ponemos más remedios, nos va a costar salir mucho más que de la económica. Creo, realmente, que si no se soluciona la crisis social no podremos ponernos a la altura de otros países europeos.

¿A qué me refiero cuando hablo de crisis social?

Los he resumido en los tres puntos fundamentales que ocasionaron el agudizamiento especial de la crisis en España.

¿Y por qué son sociales y no económicos?

Pues porque toda economía se basa en la interrelación del comportamiento individual de personas que, en conjunto forman la sociedad. EL comportamiento económico depende, en gran medida, del comportamiento social.

1º Baja productividad.


Cuando uno lee en los periódicos que España es poco productiva uno ya piensa en valores económicos, producción media, coste del trabajador, pero de nuevo, lo que determina la productividad son otros valores como la educación o el capital humano.

El problema de España es que no apuesta por la educación de calidad. No valoramos el aprendizaje ni tenemos mecanismos que los valoren de la mejor forma posible. Me ha tocado estudiar en una universidad influida por los peores estudiantes y que ha rebajado cada vez más sus requisitos, donde se prima mucho más la cantidad que la calidad, basándose en indicadores inciertos de eficiencia educativa.

Los grados formativos están perdidos. Con profesores más exigentes que en la universidad pero con un escaso control académico. Se enseña poco y mal.

Estamos en un circulo vicioso en el que lo que prima es bajar los rendimientos académicos. Venimos de una época donde el albañil cobraba más que un recién licenciado, y estamos en una crisis donde lo más rentable parece ser quitarse títulos del curriculum porque “sobran”.

Las empresas no valoran la especialización pero todos padecemos de titulitis. Normal, en un país donde cualquier puede sacarse un master, aunque no tenga que ver con tu formación previa, ¿quién va a valorarlo? Y con lo que dan en las carreras, ¿quién va a querer a un recién licenciado?

Y queremos competir a nivel europeo instaurando el plan Bolonia, que de momento a traído: más alumnos por profesor, menos asignaturas, que se traduce en: quitar las difíciles y erradicar las especialidades -> Más masters.

Pero claro, solo de pensar en otro marco educativo, en otro cambio, ya se nos ponen a todos los pelos de punta, ¿Otro más? Esto redunda sobre todo, en la capacidad de nuestros políticos para llegar a acuerdos fructíferos para nuestro país: nula. Instaurados en un bipartidismo que sabe que, aunque pierda, volverá, y que, aunque imponga, se cambiará, cargado de una rivalidad que les beneficia. Por este lado, vamos mal.

Por no hablar de las prejubilaciones de los más experimentados en pos de aquellos que cobran la mitad. Todo un ejercicio de apuesta por los valores productivos.

2º Endeudamiento.


Cuando hablamos de educación, no solo hay que hablar de la gestión de los recursos académicos. También de que, como sociedad, le hemos perdido el respeto a “aprender”. La gente, jóvenes en su mayoría, se han acostumbrado a vivir la vida lo más rápido posible (y que nadie diga que esto no es nuevo, pues ese es otro problema, aquí ni los mayores se libran). Vivir la vida lo más rápido posible significa vivir sin preocuparse por el después.

Esto se traduce de muchas maneras según qué edad tengas. Pero, en general, hay un efecto económico claro que se ha ido gestando a lo largo de los años. Todos hemos querido vivir por encima de nuestras posibilidades. Todos nos hemos ido endeudando poco a poco, pensando en pagar mañana, y endeudándonos al día siguiente para pagar.

Y esto son matemáticas básicas. Si produces 100, y consumes 200, llegará el momento en que debas producir 150 para consumir 50, y devolver los 100. Y aquí ya podemos criticar al gobierno (que está de moda), pero la gran mayoría del endeudamiento es privado. Y hasta que la gente no se de cuenta de que tenemos que vivir unos años trabajando para nada, trabajando para generar una riqueza que se van a llevar otros (porque se lo debemos), en definitiva, hasta que la gente no deje de endeudarse, no saldremos de esta.

Lo que digo es algo que nos  va a costar mucho asimilar. La gente, y ese es el problema, está acostumbrada a una vida que, honestamente, y aunque lo sintamos mucho, no nos pertenece. Debemos poner los mecanismos para producir a nivel europeo para poder vivir a nivel europeo. Pero no podemos querer vivir como los ricos si no generamos lo mismo que los ricos. La única forma de hacerlo es pidiéndole prestado a los ricos, pero ya sabemos que los cabrones luego nos van a inflar a intereses (lo que sucede ahora con la prima de riesgo no es nada nuevo).

Hay que cambiar el chip, y eso va a ser lo difícil. La gente no quiere ser como los chinos, aunque algo deberíamos aprender de ellos. Mientras nosotros somos los vividores, ellos son los ahorradores. Eso sí, luego nos quejamos con el vecino de que “nos invaden”.

3º Conciencia social.


Claro que aquí estoy hablando mucho sin saber como son en otros países. Todos debemos tener nuestros problemas pero en España son, en algunos casos, demasiado agudos como para dejarlos pasar como hemos venido haciendo.

Aquí padecemos de sabelotodismo. Aquí todo el mundo sabe de todo. Todo el mundo es ministro de economía, médico, juez, y físico. Y lo peor no es que hagamos comentarios en cualquier aspecto que no dominemos (faltaría más, cualquier puede aprender si le gusta, y cualquier puede opinar si tiene voz). EL problema es, realmente, creerse tan apto o tan listo como los especialistas. Lo vivo con la economía en mis propias carnes, pero también admito que se presta más fácilmente.

Y en esas estamos, y aquí el que no corre vuela. Recordemos que todo el bum se inicio por una burbuja de viviendas que se inflaba por unas expectativas creadas por los que compraban y vendían los pisos. Aquí siempre digo que tienen tanta culpa los ciudadanos como los bancos y que, siendo los bancos los entendidos tendrían que haber puesto freno. Pero es que el 3º punto es mas fuerte que cualquier freno. Aquí, seas quien seas, vas a por todas.

Todos estos timos de Rumasa, Afinsa y otros se basan en la simple verdad de que, vez tras vez, la gente cae, creyendo que va a poder lucrarse de la nada, porque es más listo o más rápido que los demás, más entendido.

Cuando hablamos de que hay dos Españas, estanos aludiendo, simplemente, a que el nivel de transigencia del rival es cada vez menor. Si no opina como nosotros, no solo es un cabrón ignorante, sino nuestro enemigo. Y seguro que todo lo que hace lo hace para joder y, qué coño, seguro que está a favor de ETA. Los políticos ni ayudan, es más, generan más violencia (no física, y puede que tampoco verbal, pero sí a niveles apreciables hasta por un niño de cinco años). Y el problema no es solo que permitamos ese comportamiento, sino que lo alimentamos.

Así que cuando preguntan, ¿Cuándo saldremos de la crisis? Uno debe preguntarse primero, ¿Qué crisis?

Y todo lo que estoy diciendo no significa que la salida esté más lejos. Lo que digo es que ni ponemos remedio a estos problemas característicos de España (y medio mundo), volveremos a estar en crisis en menos que canta un gallo.

Ki kiri -

2 comentarios:

  1. Es que los titulos en este pais valen menos que la etiqueta del Anís del Mono. Y no necesariamente porque se aprenda menos que en otros paises (que puede que lo sea o puede que no, pero no he visto país en que las ingenierias sean mas putas) sino porque directamente no hay salidas profesionales en los campos estudiados, y acabamos con FP's, Ingenieros de Telecos, Informaticos, Matemáticos y Físicos haciendo el mismo trabajo, programar aplicaciones Web en una consultora-ETT para otra empresa, no hay nada mas allá de ello lo bastante punta para dar trabajo a todos esos licenciados. La otra salida es la consultoría de negocios, en este caso con ingenieros y licenciados por un lado y de empresariales por otro. Y lo que realmente pesa en el mar de los sobretitulados es la "experiencia demostrable".

    En cuanto a los políticos, cada vez pienso mas que el gobierno debería reformarse "a la suiza", consejo de estado con 7 miembros/ministros electos por el parlamento representando a los principales partidos y con exactamente el mismo poder, las decisiones aprobadas por mayoría y un presidente-portavoz rotatorio que desempate. Así se acabaría la lucha de personalismos de los candidatos a presidente, las luchas internas en los partidos y las posturas intransigentes de bloqueo. Por algo ese país es un remanso de paz, un gobierno despolarizado ahorra muchas discusiones futbolísticas sobre quien es el mal menor.

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  2. Mpa,

    y ¿desde donde se atacan estos problemas? la respuesta me tiene un poco cobrecogido....

    Titulitis: Podemos acabarla haciendo que sean de lectura obligatoria las biografias de Steve Jobs, Bill Gates, y el de Facebook.... venga podemos poner tambíen a Amancio Ortega. :-) La titulitis nos viene de cultura, de que nuestros padres nos decian que era lo mejor para ganarse la vida, que tener un negocio propio es muy esclavo y solo da problemas.

    Endeudamiento: ¿Quien marca el limite? Yo creo que el estado tendria que regular como mínimo la duración máxima de los creditos hipotecarios... A quien lo intente seguro que se lo cargan.


    Pelotazo: IMPOSIBLE! No lo arregla nadie, ante el dinero fácil hay dos tipos de personas, y todas corren, pero en direcciones opuestas.

    Aunque nada es imposible, quizá sea tan facil como facilitar a los jovenes salir de su casa a los 18 años, les das una responsabilidad, y los alejas de los años de cultura que hemos transmitido.

    A veces no se si hablo en serio o en broma.

    Me ha gustado mucho el post.

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