viernes, 18 de febrero de 2011

El incidente Rumasa

A mi estas cosas me sorprenden dí a día, tanto como la estafa de Madoff. No me entra en la cabeza que los inversores, gente que tiene dinero para regalar durante un cierto tiempo a cambio de un tipo de interés, que en este caso debían invertir un mínimo de capital (que ahora no recuerdo, pero que no eran bajas) y que por tanto excluía a un grueso de la población altamente desinformada, hayan caído, de nuevo, en el timo económico más viejo de todos los tiempos.

Y con esto me retrotraigo al incidente Madoff. ¿Qué narices pasa por todos aquellos que tiene dinero para invertir para saltarse la primera regla económica?

La primera regla económica es aquella que nos decían nuestros padres, y a estos nuestros abuelos. Es una ley que lleva circulando desde antes del primer libro de economía, es algo evidente, es algo que solo la codicia humana puede intentar tapar. Nadie da duros a pesetas.

Claro, a veces es difícil diferenciar lo que es “dar” de lo que es “generar”. Las pesetas sí generan duros. En un mundo creciente, alguien puede coger una peseta, crear Factbook con su esfuerzo y generar un producto que valga más que lo que ha costado hacerlo, que genere millones y millones. Hacen falta dos cosas. Un coste inicial, trabajo propio, y tiempo.

Así que claro, uno siempre puede intentar creerse que cuando alguien te va a dar el 10% de lo que inviertas, existe una base detrás que lo justifique. Puedes creer que las inversiones van a ser muy productivas, , o que es tan a largo plazo que, bueno, seguro que algo sale bien.

Pero lo cierto es, que usando un poco la cabeza, uno se da cuenta de que hay cifras inalcanzables.

En un periodo de crisis, una crisis que afecta a todos, nadie puede invertir dinero en un sitio pensando que le van a dar un elevado tipo de interés. Nadie en su sano juicio puede pensar, puede creer, que ese 10% va a ser generado. Obviamente, sólo pueden dártelo. Pero como dártelo es algo imposible, porque no se ha generado, todo se desmorona.

Una tía de un amigo mío (me encantas estos comienzos), le pidió consejo sobre invertir o no. Gracias a Dios mi amigo fue sensato y le obligo a no hacerlo.

Mi padre y yo, desde que empezamos a ver los anuncios en la tele, ya sabíamos como iba a ocurrir todo esto. Era algo tan claro que cuando me llamó ayer por teléfono no podía más que reír. Tanto lo acontecido, aquí, como con Madoff, sistemas piramidales, timos tan viejos que parece increíble que sigan existiendo, ponen frente al espejo a todos aquellos que usan el dinero. A mi no me dan pena, la verdad. De todas formas, cualquier teoría económica te dice que a un elevado tipo de interés, tienes un elevado riesgo. Te has arriesgado y has perdido. Es por eso por lo que no me gusta caminar por el borde de un puente. No me gustan esa clase de riesgos.

1 comentario:

  1. [...] 10.000 trabajadores en España“. Miguel Puente en Caótica economía sostiene que “no me entra en la cabeza que los inversores, gente que tiene dinero para regalar durante un cierto tiempo a cambio de un tipo de interés, que [...]

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