martes, 6 de septiembre de 2011

¡Recesión a la vista!

Ya son muchas las instituciones que nos van avisando de que una nueva recesión puede estar próxima. Poco a poco los datos iban desentrañando un problema de fondo que, si bien no es tan tremendo como el que fuera hace unos años, tiene sus propios condicionantes.


La crisis del 2007 fue originada por problemas financieros, derivando en una crisis de manual que afectaría a la demanda, es ahora esta, en plena recuperación, la que origina los problemas. ¿Seguro? Que la crisis financiera no está realmente resuelta está claro, y tenemos por el camino otro problema más que es la crisis de la deuda. Se nos está juntando todo y en vez de ir deshilando el problema, se está enredando todo cada vez más.


¿Nueva crisis?


Estoy seguro de que cuando la gente escucha en las noticias que se avecina una nueva crisis, no lo llegan a entender. Y es normal. En el caso español nunca hemos salido del todo de la crisis, por lo que no es posible que sea una nueva, tal vez solo una mutación, o una continuación del problema, más allá de lo previsto.


Lo cierto es que lo de "nuevo" viene porque el resto de países que ya estaban registrando la recuperación económica han visto mermado su crecimiento. EEUU o Alemania son los dos casos más sonados por su importancia internacional.


Hay cuatro datos básicos para entender el problema. Los datos de crecimiento, que bajan con respecto al trimestre anterior. Los datos de empleo, que está estancado, y los dos datos del Markit, que son evoluciones que nos pueden representar un poco la tendencia futura de la economía.


¿Cual es ahora el problema?


Es simple, y lo he dicho muchas veces. Los consumidores no consumen por que la renta de los trabajadores disminuye y estos no aumentan, y además siguen teniendo una deuda privada enorme que quitarse de en medio. Los inversores no invierten, y es ahora el informe Markit, y no yo, quien nos dice por donde van los tiros. Son encuestas respondidas por las empresas, que dicen que el verdadero problema es que no hay demanda suficiente, ni previsión de la misma, como para justificar inversiones que aumenten la capacidad productiva, y vemos además como gran parte de la producción se queda en stock, no se vende, de hecho si eliminamos el efecto stock, hay estudios que indican que incluso Alemania estaría en problemas de recesión ( y no solo estancamiento).


La exportaciones también se recrudecen, porque dependen del resto de países. Alemania e incluso China (dentro de lo que de por si es), han visto reducida su fuerza exportadora. Todo esto aderezado por una disminución de la actividad pública, enfrascada en la batalla contra el déficit.


Lo que está claro es que si hay algo que determine la confianza de los inversores y consumidores y mejore las finanzas públicas, es el crecimiento económico, y no al revés, como parece indicar la búsqueda del santo grial de una confianza basada en recortes para un crecimiento sin base económica que, finalmente, no ha llegado.


Pocas políticas nos quedan, y políticos buenos menos aun. Los recortes sociales y de empleo de las políticas que ya se están empezando a imponer en algunas CCAA nos avisan de la senda que se va a seguir, y algunos seguimos pensando que lo único que podemos hacer es esperar mientras poco a poco los datos nos dan la razón de que otro camino más sensato, no solo es posible, sino que es más recomendable. Por suerte, voces cada vez más influyentes (esta vez la directora del FMI parece ir haciendo guiños) se suman a nuestra opinión.

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