miércoles, 8 de junio de 2011

Indemnizaciones agrarias


Uno puede llegar a preguntarse, ¿nos tienen que dar realmente alguna indemnización por las perdidas agrarias?


La respuesta, aun con posible debate, es sí, aunque con matices.


Hay que diferenciar entre las perdidas de ingresos por cuestiones propias del mercado, como puede ser simplemente un bajón en la demanda, la perdida de interés por el producto o la aparición de uno mejor, de las perdidas derivadas de fallos o imperfecciones de mercado, derivados de una mala gestión política.


Las primeras entran dentro de las contingencias diarias de un mercado o un sistema económico que, aun siendo imperfecto, recae sobre la democracia monetaria de los consumidores. Si nadie quiere consumir tu producto, no tienes nada que hacer más que cerrar el chiringuito. Hablamos, claro, cuando tu producto o servicio es, comparativamente (y con información perfecta) peor a otros, o más caro.


El problema es cuando, a la hora de comprar, se introducen informaciones falsas o no completas que distorsionen la decisión racional y “perfecta” que debe tener todo mercado que quiera ser defendido como “democrático”.


Pongo un ejemplo. Si tu tienes que elegir entre dos caramelos exactamente iguales, pero con un precio diferente, elegirás el más barato. Lógico. Pero si te dicen que el barato genera una muerte instantánea, irás al caro. Si es mentira, es decir, si es información falsa, incompleta o imperfecta, entonces es utilizar el engaño para “robar” clientes. Por tanto es necesaria la indemnización.


¿Estamos ante esta situación?


No. Por supuesto que no. No podemos cegarnos por mucho odio que le tengamos a Alemania. Ya que la información despachada no ha sido una intención directa de robo de clientes o de daño a la imagen española.


¿Debemos ser indemnizados?


La causa de la información imperfecta o falsa (el que los pepinos españoles tienen una cepa que, de momento, no se ha comprobado) ha derivado de una mala gestión política y de la información que debe ser corregida de alguna manera. Sobre todo a la vista de los sucesos y utilizando el nombre de España como escudo ante un problema que, tras dos semanas, no se analizó correctamente.


De forma que, no solo se frenó la venta de pepino español, sino todo el sector hortofrutícola tanto de España, Francia…


Una perdidas causadas por la mala gestión causada por Alemania y que nada tiene que ver con el producto en si, tienen que ser indemnizadas.


¿Pero al 100%?


No. Como he dicho antes, esto no ha sido un “robo” como tal. Estamos hablando de un problema serio que aun hoy sigue sin estar resuelto. Y no podemos exigir que nos paguen lo que nadie se ha llevado.


El tema es difícil y, como en todo regateo, cuanto más consigamos mejor. Pero no podemos ni exigir el 100% ni pretender obtenerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario